Aldosterona: sus implicaciones en las enfermedades del corazón

CorSalud 2016 Jul-Sep;8(3):177-182



ARTÍCULO DE REVISIÓN

Aldosterona: sus implicaciones en las enfermedades del corazón

Dr. Alain Gutiérrez Lópeza, Dr. Giovannys Ponte Gonzálezb, Dr. Abel Leyva Quertb y Dr. Manuel Valdés Recareyb
______________

  1. Servicio de Cardiología.

  2. Servicio de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista.

Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras. La Habana, Cuba.


Correspondencia: A Gutiérrez López. Hospital Hermanos Ameijeiras. San Lázaro 701, e/ Belascoaín y Marqués González. Centro Habana 10300. La Habana, Cuba. Correo electrónico: alaingutierrez@infomed.sld.cu



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RESUMEN

La aldosterona constituye uno de los componentes del sistema renina-angiotensina-aldosterona. Existen elementos teóricos y evidencia clínica de su relación con las enfermedades del corazón. Se revisaron numerosas referencias bibliográficas con el objetivo de describir las principales características de la aldosterona y su relación con estas enfermedades. Tradicionalmente se ha pensado que la acción de la aldosterona se restringía tanto a la reabsorción de sodio y agua, como a la excreción de potasio a nivel renal. En años recientes se ha demostrado que desempeña una función primordial en muchos procesos de la patogenia de la enfermedad arterial coronaria y los remodelados cardíaco y vascular.
Palabras clave: Sistema renina-angiotensina, Aldosterona, Enfermedad arterial coronaria, Remodelación Ventricular, Remodelación vascular, Insuficiencia cardíaca


Aldosterone: its implications for heart disease

ABSTRACT

Aldosterone is one of the components of the renin-angiotensin system. There are theoretical elements and clinical evidence of its relationship with heart diseases. Numerous bibliographic references were reviewed with the objective of describing the main characteristics of aldosterone and its relationship with these diseases. It has traditionally been thought that the action of aldosterone was restricted both, to the reabsorption of sodium and water, and to the excretion of potassium at the renal level. In recent years it has been shown to play a major role in many processes of the pathogenesis of coronary artery disease and cardiac and vascular remodeling.
Key words: Renin-angiotensin system, Aldosterone, Coronary artery disease, Ventricular remodeling, Vascular remodeling, Heart Failure



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Introducción

El esquema básico del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) quedó establecido hace más de 50 años. Su activación se inicia con la liberación de la renina sintetizada en el aparato yuxtaglomerular del riñón. Esta enzima actúa sobre el angiotensinógeno, una globulina de origen hepático, constituida por 14 aminoácidos, y la transforma en un decapéptido, la angiotensina I, que se convierte en el octapéptido angiotensina II, por acción de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), que es también la responsable de la degradación de la bradicinina, un potente vasodilatador. La angiotensina II, al activar los receptores AT1, estimula la síntesis de aldosterona como uno de los productos finales de esta cadena enzimática1.
Aunque el origen de la renina es siempre renal, su precursor, la prorrenina, se puede sintetizar también en el hígado, las suprarrenales, la aorta, el corazón y los testículos. El angiotensinógeno puede producirse en tejidos diferentes del hígado. La evidencia de que los componentes fundamentales del SRAA se encuentran en diversos territorios en los que se sintetiza angiotensina II, demuestra la existencia de sistemas locales. Se han localizado en el corazón, los vasos, el riñón, las suprarrenales, el páncreas, el sistema nervioso central, el sistema reproductor y en los tejidos linfático y adiposo. Los sistemas locales parecen regulados de forma independiente del circulante aunque pueden interactuar con él y están implicados en procesos como el crecimiento celular, la formación de matriz extracelular, la proliferación vascular, la función endotelial y la apoptosis. Por tanto, juegan un papel importante en la fisiopatología de la enfermedad cardiovascular y probablemente, en el mecanismo de acción de los fármacos inhibidores del SRAA. Recientemente, se ha probado la existencia de este sistema completo y funcional en el interior de algunas células (miocitos, fibroblastos y células de músculo liso vascular) al que se ha llamado SRAA intracrino o intracelular. En la síntesis de angiotensina I, en estos sistemas intracelulares, podría participar la catepsina y su paso a angiotensina II está, en ocasiones, mediado por la quinasa. Su papel fisiológico es poco conocido, pero puede ser importante para comprender la enfermedad cardiovascular y plantear nuevas estrategias terapéuticas1. Se ha descrito que en los fibroblastos cardíacos, el SRAA intracelular se activa por concentraciones elevadas de glucosa y participa en la formación de matriz extracelular. Así, la angiotensina II originada también estimula la formación de aldosterona2.
Por muchos años la aldosterona fue considerada como una hormona dedicada al control renal en su función de excreción de minerales, lo cual explica el término “mineralocorticoide” empleado para describir esta hormona.  El descubrimiento de numerosos receptores de mineralocorticoides (RM) en sitios extrarrenales y las investigaciones sobre los efectos proinflamatorios y fibrinogénicos de esta hormona, expandieron el conocimiento de las capacidades de la aldosterona en su participación directa en la patogenia de ­la hipertensión arterial (HTA), insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica y en el síndrome metabólico3,4.


ALDOSTERONA

Síntesis
En la síntesis de la aldosterona interviene la aldosterona sintetasa. Esta enzima es estimulada por la hormona adrenocorticotropa, la endotelina 1, la vasopresina, el potasio, el magnesio, el péptido natriurético auricular, la dopamina y la serotonina (Figura). Una vez activada, actúa sobre metabolitos secundarios del colesterol como es el caso de la 11-desoxicorticosterona, corticosterona y 18-OH corticosterona, a partir de los cuales sintetiza la aldosterona.


Figura

Figura. Síntesis y efectos de la aldosterona. ACTH: hormona adenocorticotrópica, ARM: antagonista de los receptores de mineralocorticoides, ET-1: endotelina 1, IAS: inhibidores de la aldosterona sintetasa, PNA: péptido natriurético auricular, RM: receptor de mineralocorticoide.


Efectos
La aldosterona, producto final del SRAA, es una hormona (mineralocorticoide) secretada por la zona glomerular de la corteza de la glándula suprarrenal, la cual fue sintetizada y caracterizada en 1953.
A mediados de la década de 1990 se demostró que la aldosterona actuaba principalmente en células epiteliales del túbulo contorneado distal, el túbulo colector, el colon distal y en las glándulas salivales y sudoríparas, donde produce estimulación de la reabsorción de sodio (Na) y agua, así como de la excreción de potasio (K). La reabsorción de agua y sodio provoca un incremento de la tensión arterial, al expandir el volumen extracelular. Estos efectos están mediados por la unión de la aldosterona a los RM, codificados en el gen NR3C25. Sin embargo, después de clonar la molécula de RM en 1987, se demostró que estos se encontraban también en otros tejidos como el endotelio vascular, las células de tejido muscular liso de la capa media de los vasos sanguíneos, el tejido cardíaco (miocardiocitos, fibroblastos y macrófagos), riñón (células mesangiales y podocitos), adipocitos, monocitos y cerebro6-8.

Efectos genómicos y no genómicos
La activación de los RM (median los efectos genómicos) por la aldosterona, promueve múltiples efectos deletéreos a nivel renal, cardíaco y vascular, incluyendo disfunción endotelial, HTA, activación neurohormonal, remodelado cardiovascular y renal (hipertrofia, fibrosis y apoptosis), disminución de la adaptabilidad arterial y estimulación de la expresión de moléculas de adhesión celular; además, favorece la activación plaquetaria, del inhibidor del activador del plasminógeno tipo I (efecto protrombótico), el estrés oxidativo y proarrítmico, y efectos proinflamatorios9-13.
Por otra parte, la activación de los RM centrales produce un incremento del tono simpático en los riñones, el corazón, las células musculares lisas del lecho vascular, así como la liberación de vasopresina y disminución de la sensibilidad de los barorreceptores. Además, la aldosterona al activar los RM, regula la expresión de la enzima convertidora de angiotensina en el miocardiocito, lo que sugiere la existencia de un mecanismo de retroalimentación positiva que activa el SRAA14.
Todos estos efectos son denominados genómicos porque dependen de la transcripción y traducción de los RM. Por otra parte, la aldosterona produce efectos rápidos, independientes de la transcripción y la traducción de RM (efectos no genómicos), los cuales pudieran estar mediados por la proteína-G acoplada al receptor 30 y la activación del receptor de factor de crecimiento epitelial7.
Estos efectos han sido descritos en las células de músculo liso vascular y otros tejidos en los cuales la aldosterona induce un rápido incremento de afluencia de Na y de la concentración intracelular de calcio; la primera, por incremento de la actividad del cotransportador Na-K-Cl2, el intercambio Na-H y la inhibición de la bomba Na/K dependiente de trifosfato de adenosina (ATP-[ATPasa]), y la segunda a través de los canales dependiente de voltaje, y la actividad del complejo monofosfato de adenosina cíclico (AMPc)-proteína quinasa A, fosfolipasa C, fosfatidilinositol 3-quinasa y el diacilglicerol. Asimismo, la aldosterona induce la fosforilación rápida de señales extracelulares en células de músculo liso vascular, endoteliales y renales, donde promueve fenotipos mitogénicos y profibróticos, además de estimular la transcripción del receptor de crecimiento epitelial7,15,16.
Los efectos no genómicos también ocurren independientes de los factores hemodinámicos y desempeñan un importante papel en los mecanismos por los que la aldosterona contribuye a la disfunción endotelial, a la vasoconstricción, a la HTA resistente, al remodelado cardiovascular y renal, la inflamación, la insuficiencia cardíaca, la resistencia a la insulina y a la enfermedad renal crónica3,7,9,10,15-19.
De manera singular, la aldosterona, en las células de músculo liso vascular, ejerce su efecto por ambos mecanismos, ya sea activando la proteína-G acoplada al receptor 30, así como mediante la unión a RM que produce vasodilatación, apoptosis y activación de la enzima fosfatidilinositol quinasa-3; además emite señales extracelulares reguladoras de las quinasas y la fosforilación de cadenas ligeras de miosina16.
En contraste con esto, la activación de células endoteliales por la aldosterona a partir de la unión a los RM refuerza la vasoconstricción y deteriora la respuesta vasodilatadora. Todo esto confirma que la aldosterona juega un papel fundamental como regulador celular en el funcionamiento de varios órganos, independientemente de sus efectos sobre los riñones, y que está involucrada directamente en la génesis de varias enfermedades cardiovasculares y renales7,12.

Aldosterona y enfermedad arterial coronaria
Mientras una gran cantidad de estudios experimentales indican que la aldosterona es un importante estímulo para las enfermedades cardiovasculares en modelos animales, algunos datos de estudios clínicos corroboran sus efectos deletéreos sobre el sistema cardiovascular a través de la activación de los RM. Asimismo se han demostrado los efectos positivos de la espironolactona en pacientes con enfermedad arterial coronaria (EAC); sin embargo, no existen suficientes ensayos clínicos aleatorizados al respecto.
Dos de ellos han evaluado la relación entre los niveles de aldosterona y el riesgo de muerte o de ocurrencia de un episodio isquémico agudo en pacientes con EAC. Durante siete años Tomaschitz et al.20 observaron a 3156 pacientes con EAC demostrada por coronariografía y encontraron que los valores elevados de aldosterona se asociaban de manera independiente con la mortalidad de causa cardiovascular. E Ivanes et al.21 estudiaron a 799 pacientes con EAC, sin insuficiencia cardíaca, y encontraron que la elevación de los niveles de aldosterona se asoció fuertemente y de manera independiente con la mortalidad, así como con la ocurrencia de eventos isquémicos agudos.
Amano et al.22 realizaron un estudio prospectivo con 156 pacientes con EAC, a los cuales se le realizó angioplastia con implantación de stent metálico y encontraron que los niveles elevados de aldosterona en el momento del procedimiento, son un predictor independiente de reestenosis intrastent.
Rita et al.23 estudiaron la progresión de la placa ateroesclerótica carotídea en 848 pacientes sin síntomas de enfermedad cardiovascular, antecedentes patológicos familiares de esta y ausencia de factores de riesgo. Evaluaron variables como: niveles de aldosterona plasmática, edad, sexo, colesterol total, presión sistólica, diabetes y hábito de fumar, y concluyeron que solo los niveles de aldosterona se comportaron como un predictor independiente de la progresión de la placa.
Sin embargo, futuros estudios clínicos son necesarios para probar que la espironolactona produce efectos beneficiosos en pacientes con enfermedad EAC, en ausencia de infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca, o en la prevención de la reestenosis intrastent.

Aldosterona, remodelado cardíaco e insuficiencia cardíaca
El remodelado cardíaco es caracterizado por cambios en el tamaño, estructura y función del corazón. Constituye una respuesta temprana y progresiva de este órgano ante la isquemia, la sobrecarga de volumen/presión o el daño mecánico producido por una disminución progresiva en la función cardíaca24.
Estudios preclínicos han mostrado que la activación de los RM tiene una función primordial en la patogénesis del remodelado cardíaco en pacientes con insuficiencia cardíaca o después de un infarto agudo de miocardio25,26.
En pacientes con insuficiencia cardíaca los niveles plasmáticos elevados de aldosterona y su biosíntesis cardíaca se encuentran incrementados debido a la activación de la enzima aldosterona sintetasa. Se ha demostrado que existe relación entre los niveles plasmáticos elevados de esta hormona y la mortalidad, en pacientes con insuficiencia cardíaca; y entre sus niveles cardíacos y el remodelado del ventrículo izquierdo, en pacientes con infarto agudo de miocardio. Aunque este incremento puede ser una respuesta adaptativa para mantener la presión arterial a corto plazo, la persistencia de estos niveles elevados en pacientes con insuficiencia cardíaca produce consecuencias deletéreas en las estructuras cardiovasculares27.
La aldosterona produce disfunción endotelial, HTA importante, fibrosis y remodelado cardíaco y perivascular; así como gloméruloesclerosis y fibrosis intersticial en el riñón. Antes del desarrollo de la fibrosis la aldosterona causa lesiones inflamatorias cardíacas e intracoronarias, caracterizadas por infiltración de monocitos/macrófagos, isquemia focal y cambios necróticos, además de incremento de la expresión de moléculas proinflamatorias (ciclooxigenasa 2, osteoporina, proteína 1, factor de crecimiento β1 y de tejido  conectivo), colágeno, metaloproteasas y NADPH oxidasa. Estos cambios facilitan la progresión de la insuficiencia cardíaca independientemente de la presión arterial y los niveles de angiotensina II; sin embargo, son atenuados de manera significativa por los antagonistas de los RM. La expresión cardíaca de estos receptores produce disfunción endotelial coronaria grave y miocardiopatía dilatada, y acentúan error de los RM en la hipertrofia patológica28,29.
La sobreexpresión de aldosterona sintetasa o de los RM en los miocardiocitos solamente no induce fibrosis, lo cual sugiere que la presencia de aldosterona es necesaria pero no suficiente, y que otros factores desencadenantes (sodio, estrés oxidativo, angiotesina II, endotelina-1) son necesarios para inducir el remodelado cardíaco30.


CONCLUSIONES

La aldosterona uno de los principales factores reguladores de la progresión de las enfermedades cardiovasculares. La activación de los RM por la aldosterona interviene y agrava procesos fisiopatológicos, que son la diana de intervenciones terapéuticas en pacientes con enfermedad arterial coronaria e insuficiencia cardíaca.


CONFLICTOS DE INTERESES

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.


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Recibido: 22 de marzo de 2016
Aceptado: 28 de abril de 2016



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