CorSalud 2017 Ene-Mar;9(1):19-22
ARTÍCULO ESPECIAL
Dr. Ismael Alejo Mena: In memoriam
MSc. Dr. Gustavo J. Bermúdez Yera
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Servicio de Cirugía Cardiovascular. Cardiocentro Ernesto Che Guevara. Santa Clara, Villa Clara, Cuba
Correspondencia: GJ Bermúdez Yera. Cardiocentro Ernesto Che Guevara. Calle Cuba 610, e/ Barcelona y Capitán Velasco. Santa Clara 50200. Villa Clara, Cuba. Correo electrónico: gustavodejesus@infomed.sld.cu
RESUMEN
Honor a quien honor merece. Tras la recién concluida Jornada Conmemorativa de Ciencias Cardio-Quirúrgicas Dr. Ismael Alejo in Memoriam, se ha querido homenajear este extraordinario profesor, que ha sido ejemplo para varias generaciones de cirujanos cardiovasculares y lo seguirá siendo para las venideras. Ismael Alejo Mena (1933-2007) fue pionero de la cirugía cardiovascular en nuestra provincia. En este artículo se describen algunos aspectos de interés de su vida profesional.
Palabras clave: Cirugía cardiovascular, Actividades científicas y tecnológicas, Docentes, Homenaje
Ismael Alejo Mena, MD: In memoriam
ABSTRACT
Honor to whom honor deserves. After the recently concluded Memorial Workshop of Cardio-Surgical Sciences Dr. Ismael Alejo in Memoriam, we wanted to honor this extraordinary professor, who has been an example for several generations of cardiovascular surgeons and will continue to be for the coming years. Ismael Alejo Mena (1933-2007) pioneered cardiovascular surgery in our province. This article describes some aspects of interest in his professional life.
Key words: Cardiovascular surgery, Scientific and Technical Activities, Faculty, Tribute
Desde hace seis años, con frecuencia anual, se desarrolla la Jornada Conmemorativa de Ciencias Cardio-Quirúrgicas Dr. Ismael Alejo in Memoriam, devenida sello científico de los cirujanos cardiovasculares del Cardiocentro Ernesto Che Guevara.
Se trata de una sencilla y emotiva jornada, que ha ido ganando muchos nuevos adeptos y sobre todo elevada calidad científica, donde se actualizan temas de interés para la comunidad quirúrgica cardiovascular, que incluye cirugía cardíaca y vascular mayor, anestesiología, perfusión cardiovascular y recuperación postoperatoria; en la que se protagoniza, por parte de los cirujanos, la organización del evento, las principales conferencias, un magistral simposio actualizado y ameno de cirugía cardiovascular, y otro simposio de anestesiología y perfusión, entre otras actividades.
Siempre se logra la actualización y el debate científicos para la transmisión de conocimientos y aspectos clave sobre medicina basada en la evidencia, luego de tener las opiniones y experiencias de los más expertos. Además, se logra el principal objetivo que constituye el homenaje y reconocimiento a quien fuese pionero de la cirugía cardiovascular en nuestra provincia, el Profesor Alejo.
A los 74 años de edad, el 12 de diciembre de 2007 fallece un gran médico, una extraordinaria persona, un ejemplar padre y esposo, y –sobre todo– un gran hombre, el profesor Dr. Ismael Alejo Mena. Nació el 14 de febrero de 1933, razón por la cual la jornada se realiza en ese mes.
Por ironías del destino él ofreció su corazón, no solo por la pasión, entrega, cariño que ponía en cada cosa que hacía, sino además porque siendo el principal iniciador de la cirugía cardiotorácica en Santa Clara y quien devolvió el latir a muchos corazones, nadie pudo rescatar el suyo tras el infarto que lo condujo a la muerte, proceso que enfrentó valientemente y entregando, con su acostumbrada sonrisa de hombre feliz, su corazón.
Como dijera José Martí: "…la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida"1. Y de alguna manera el Dr. Alejo está en nosotros, porque se ha garantizado la continuidad de su obra con la reciente generación de cirujanos.
Inolvidable, de gran sensibilidad, amante de las flores (príncipes negros) y de la música de Natking Cole, llega Alejo a ser médico por obra del azar. ¡Bendito azar! Procedente de una familia acaudalada, su padre, representante de una agencia de automóviles, quería que su hijo fuese médico; pero él quería ser pelotero y fue uno de los integrantes del equipo provincial de béisbol que ganó el campeonato nacional en 1948, evidencia existente en un periódico Vanguardia de 1980 bajo el título «Una foto histórica», donde se publica una foto del mencionado equipo y se ve a Alejo junto a otro grande de la medicina de nuestra ciudad, el profesor Dr. González Rubio. Entonces hizo un trato con su padre, que poseía una avioneta, la cual conducía sin mucha habilidad y, temiendo por su vida, le dijo: – Estudio medicina si vendes la avioneta… Y así comenzó todo.
Matriculó para sus estudios en nuestro país, pero con el cierre de las universidades tuvo que culminarlos en Madrid, España. Al regresar, en el año 1960, fue ubicado en Cayo Ramona, localidad de la provincia de Matanzas, y su padre le obsequió un automóvil. Siempre fue víctima de comentarios y sospechas sobre su ideología política, debido a su procedencia de una clase social privilegiada, con posibilidades de emigrar de Cuba, pero nunca esta idea les pasó por la mente, siempre clara respecto a su amor por la Patria.
En abril de 1961 se produjo la invasión sorpresiva de los mercenarios norteamericanos por Playa Girón, y ahí comenzó una etapa que marcó su vida. Recibió una llamada desde el hospital de Cayo Ramona, donde trabajaba, para presentarse urgentemente a causa de la invasión. Iba en su auto, casi nuevo, y fue apresado por los mercenarios quienes prendieron fuego al auto, el cual se exhibe actualmente en el museo de Playa Girón. Los invasores lo ponen a curar heridos y a realizar labores médico-sanitarias propias de la batalla, y le cuentan que –según sus planes– a Fidel le quedaban menos de 24 horas al frente de la Revolución. Así mismo lo cuenta Ismael Alejo en entrevista con la prensa (Periódico Vanguardia: Las interminables 24 horas de Fidel. 17 de abril de 2004).
Fue liberado de prisión al terminar aquel hecho y se reincorporó a su trabajo, pero resultó castigado por «dudoso» comportamiento para con los mercenarios a los que atendió. Al interrogarlo, respondió que por encima de todas las cosas él era médico y como tal actuó. El castigo consistió en que, al terminar su jornada laboral como médico, tenía que llevar a cabo labores de jardinería y limpieza en el propio hospital.
Una noche de guardia acuden a buscarlo unos oficiales militares en unos jeeps, inicialmente se niega a dejar su puesto de trabajo, pero ellos insisten y alegan que se trata de una orden a la que no podía rehusarse. Al intentar saber, al menos, hacia dónde irían, recibió como respuesta que «lo sabría a su debido tiempo». Con enorme temor fue todo el camino rodeado de los oficiales dentro del jeep y fuera de éste solo vegetación y oscuridad, al llegar a un punto cercano al mar se percató que se encontraban en Caleta del Rosario (Bahía de Cochinos, Matanzas, Cuba) y que se dirigían precisamente al mar, desde donde se observaban unas señales de luces al parecer procedentes de una lancha. Pensó que lo iban a matar y arrojar al mar, pero se bajaron del auto y lo condujeron en una lancha hasta un barco donde debía atender a un enfermo.
Al llegar al barco resultó sorprendido en extremo, pues alguien le extiende la mano para ayudarle a subir y cuando lo mira, era el Comandante en Jefe Fidel Castro (Periódico Vanguardia: El propio Fidel me ayudó a subir. 17 de abril de 2004), quien en persona le explica que lo había mandado a buscar para atender una lesión traumática sufrida por Carlos Rafael Rodríguez, a quien debía examinar en su camarote donde, además, se encontraban Celia Sánchez y la esposa del enfermo. El Dr. Alejo les pidió que esperaran fuera y el primero en salir fue Fidel, de ahí la anécdota que él jocosamente y con gran orgullo contaba, diciendo que él había sido el único que había mandado a salir de una habitación a Fidel, con quien cenó y conversó largo rato después de tratar a Carlos Rafael, que había quedado satisfecho y agradecido por la atención médica recibida. Ahí le cuenta a Fidel sobre sus días preso, el Comandante le preguntó sobre lo que comentaban los mercenarios y Alejo le contó que ellos decían que a Fidel le quedaban menos de 24 horas, él le pregunta entonces que qué había pensado sobre eso, a lo que responde: "Comandante, creí que ciertamente a usted le quedaban 24 horas", y terminan riendo y lo devuelven al hospital de Cayo Ramona, por ello el artículo publicado en el mismo periódico (Periódico Vanguardia: Las interminables 24 horas de Fidel. 17 de abril de 2004).
Pudo haber estado cómodo en una consulta que su padre varias veces quiso dedicarle, pero él siempre se opuso alegando que no había estudiado medicina para lucrar con el dolor ajeno. De todos modos, en el poblado conocido por Manajanabo (Santa Clara, Cuba), su padre le colocó la consulta, la cual solo duró un mes, pues su padre tuvo que retirarla porque, de continuar, hubiese sido su ruina financiera, debido a que su hijo no le cobraba a los pacientes y encima de ello le daba dinero a los más pobres para comprar las medicinas.
Por recomendación de Fidel lo transfieren al Hospital Provincial en Santa Clara. Una vez allí se recibe la visita del Dr. Mario Rivera Ortiz, mexicano dedicado a la cirugía torácica. Había ocurrido el éxodo masivo de profesionales de la salud y el mencionado doctor selecciona a 7 compañeros para iniciarse en esta vertiente de la cirugía, entre ellos se encontraba el Dr. Alejo, quien se inició en esa actividad y luego se graduó de especialista en cirugía general. En el año 1967 se había iniciado el primer curso de cirugía de la Escuela de Medicina en Villa Clara, con el profesor Dr. Daniel Codorniú Pruna como profesor principal y los instructores: Dr. Eddy Sierra Enrique, Dr. René Cruzata Martínez, Dr. José C. Cayón Rodríguez, Dr. Orlando González Sánchez y Dr. Ismael Alejo Mena.
En 1974 se realizaron las primeras cirugías cardíacas cerradas en la región central del país, por el esfuerzo mancomunado de cirujanos y cardiólogos, y de otros centros nacionales representados por el Dr. Julio Noel González Jiménez, donde se operaron las primeras estenosis mitrales.
En esta década de los 70 se lograron 14 operaciones. Luego de inaugurada la sala de cirugía torácica en los '80, se realizaron 46 cirugías en las que participan, además del Dr. Alejo, el cirujano Dr. Arturo Iturralde González y el anestesiólogo Dr. Ignacio Fajardo Egozcue.
Luego de un entrenamiento en La Habana y Moscú, el 24 de Julio de 1986, se comenzó la actividad en el Servicio de Cirugía Cardiovascular de Santa Clara; con solo 6 camas y muchas dudas sobre el éxito futuro, que solo se alcanzó gracias al trabajo intensivo y el espíritu de unidad.
De los primeros pacientes operados se recuerda el niño de 6 años de edad con una vareta de coco alojada en la aurícula derecha, con 25 días de evolución, operación realizada por los doctores Alejo y Cayón y como anestesiólogo el Dr. Fajardo (Periódico Vanguardia: Practicada operación cardiovascular única de su tipo en el país. 22 de julio de 1983); y ahí comenzaron una serie de hazañas realizadas por el Profesor Alejo que se describen en el Anexo.
Ya jubilado, en el 2004, decidió contribuir a la cirugía nuevamente. Su aporte fue muy importante para reducir la lista de espera quirúrgica y lo tuvimos en los quirófanos ayudando y brindando su vasta experiencia, para el gozo de todos, en lo que representó el primer paso de la posterior y oficialmente denominada «Operación Girón» (Periódico Granma. A corazón latiente. 21 de julio de 2004).2
La obra comenzada por este gran hombre se ha extendido y aún continúa, por lo que se considera oportuno que nuestra revista tenga la primicia de publicar este resumen en memoria de nuestro Profesor, el Dr. Ismael Alejo Mena.
Anexo. Algunos de los principales logros quirúrgicos del Dr. Ismael Alejo Mena.
Fecha |
Comentario |
1986 |
Se realizan exitosamente las primeras intervenciones quirúrgicas con circulación extracorpórea en el Cardiocentro Ernesto Che Guevara con la participación del Dr. Noel González Jiménez, junto al equipo de los doctores Alejo, Iturralde, Lagomasino, Fajardo, Osvaldo y Plasencia*. |
1986 |
Comisurotomía mitral más colecistectomía, ayudado por el Dr. Iturralde. Anestesiólogo, Dr. Fajardo. |
Marzo/1987 |
Operó a un paciente con síndrome de cimitarra, en parada circulatoria en menos de una hora. Ayudante: Dr. Iturralde. Anestesiólogo: Dr. Fajardo. Perfusión: Dr. Mario Plasencia Pérez. |
Julio/1987 |
Comisurotomía mitral más cesárea. Realizada por los mismos médicos y un obstetra. |
Octubre/1987 |
Realizó una cirugía cardiovascular en el Hospital Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus, para extraer un cuerpo extraño del interior de la aurícula derecha. |
Noviembre/1987 |
Realizó masaje cardiaco interno durante 4 horas y 2 minutos, registrado como el paro cardiaco recuperado más prolongado en Cuba y entre los 10 del mundo. |
1987-1988 |
El resto de las operaciones fueron llevándose a cabo por su equipo quirúrgico, entre las que se encuentran cierres de comunicaciones interauriculares y una comisurotomía mitral abierta. |
1999 |
Fue invitado al Mercy Hospital en Estados Unidos a dictar una conferencia como cirujano cardiovascular. Allí, además del intercambio científico, pudo ver nuevamente a algunos que le habían criticado siempre el hecho de permanecer en Cuba, país que representó dignamente en aquella cita |
CONFLICTOS DE INTERESES
El autor declara que no existen conflictos de intereses.
BIBLIOGRAFÍA
Martí J. Pilar Belaval. El Federalista [Internet], edición literaria. México, 5 de marzo de 1876 [citado 22 Ago 2016]. Disponible en: http://www.josemarti.cu/wp-content/uploads/2014/06/032-PILAR-BELAVAL-El-Federalista-edicion-literaria.pdf
Fulgueiras JA. Cardiocentro Ernesto Che Guevara: A corazón latiente. Periódico Granma, La Habana, miércoles 21 de julio de 2004.
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